Cómo abandonar la harina para siempre en 3 sencillos pasos

Hay mucha controversia sobre el consumo de harina. La comunidad médica coincide en que es saludable sustituir las harinas blancas más procesadas por las integrales. Pero muchas personas también optan por eliminar todo tipo de harina de su dieta .

Los nutricionistas suelen desaconsejar la eliminación total de la harina. Una vez ingeridos, los carbohidratos se transforman en glucosa, que es esencial para alimentar órganos como el cerebro, la retina o los riñones.

Sin embargo, es el abuso de la harina lo que hace que el cuerpo convierta el exceso de glucosa en grasa. Si está tratando de perder peso, limite su consumo de harina siguiendo los tres consejos a continuación.

Alimentos saludables y crujientes. Cuando consumimos harina, muchas veces lo hacemos a través de pan o snacks, precisamente para satisfacer el deseo de comer algo crujiente. Intente reemplazar estos alimentos con palitos de vegetales como zanahorias, apio o pimiento crudo, tal vez acompañándolos con una mayonesa de vegetales.

Respeta tus comidas. Saltarse las comidas es un mal hábito que, dado el ritmo de vida actual, cada vez más caótico, se generaliza cada vez más. Saltarse las comidas provoca descensos repentinos y bruscos de azúcar, aumentando el deseo de consumir alimentos ricos en harinas y carbohidratos. Se sugiere tener al menos 5-6 comidas ligeras a lo largo del día.

Descansa y reduce la ansiedad. La ansiedad es un gran enemigo para cualquier persona que esté tratando de reducir su consumo de harina o perder peso, ya que lleva a comer más. Los alimentos a base de harina suelen ser la primera opción cuando sufrimos ansiedad. Además, es difícil abandonar las harinas cuando no descansamos bien: al generar glucosa en el organismo, este tipo de alimentos dan la sensación equivocada de recargarnos de energía.