Cuando nos saltamos el desayuno , algo curioso sucede en nuestro organismo. Nuestro metabolismo entra en un estado de reposo, incluso cuando el cuerpo está en movimiento.
Haber tenido hambre durante un par de horas le indica a nuestro cuerpo que, probablemente, seguiremos teniendo hambre, y por eso decidirá crear reservas de calorías sin quemarlas. Este proceso reduce la quema de calorías .
Nuestro cerebro necesita glucosa para funcionar correctamente. Es el propio cerebro el que activa el metabolismo, para que pueda quemar calorías según las demandas del cuerpo.
Por eso, muchos nutricionistas recomiendan comer con frecuencia, unas 5 o 6 veces al día, para mantener el metabolismo activo y, en consecuencia, quemar calorías.
Es importante tomar un desayuno rico en nutrientes y vitaminas esenciales para nuestro cerebro. Un desayuno equilibrado permite una absorción completa y natural de los nutrientes que nuestro organismo necesita.
Un desayuno completo debe incluir carbohidratos para que el cerebro pueda obtener suficiente glucosa para trabajar.
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