Estás enfermo. Estar enfermo es una gran excusa para no hacer ejercicio. Si tiene fiebre, tos, deshidratación o cansancio, el ejercicio ligero o moderado puede empeorar su condición.
Te sientes mal. Si siente dolor al moverse o si su rango de movimiento es limitado, lo mejor que puede hacer es descansar. El dolor empeora el día después del ejercicio.
Tienes una sensación de resaca. Su cuerpo tiene un sistema muy complejo para deshacerse de las toxinas. Si bebiste demasiado anoche, el ejercicio solo te hará sentir deshidratado y te hará sentir peor. En este caso, también, puede ser propenso a lesionarse o pasar por momentos embarazosos.
Tienes problemas para dormir. Cuando no duermes lo suficiente, el ejercicio no te hará sentir mejor. Reacciones lentas, dificultad para concentrarse, dolores y molestias y fatiga. Puede usar cafeína para aumentar la energía, pero si tiene problemas persistentes para dormir, el ejercicio puede provocar un problema muy grave.
Tu médico te lo dijo. Cuando se trata de cualquier tipo de lesión, enfermedad o ejercicio, no debe ignorar los consejos de su médico.
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