- 6 Huevos.
- 550 ml de leche entera.
- 400 gramos de leche condensada.
- 2 cucharaditas de café instantáneo, con o sin cafeína.
- 120 gramos de azúcar.
- 40 ml de agua.
2- Cuando el caramelo esté listo, sácalo de la cocina y viértelo directamente en el molde, extendiéndolo por todo el fondo (usaré un molde rectangular de 26 cm de largo, 12 cm de ancho y 7 cm de alto).
3- Luego dejamos la cacerola a un lado hasta que el caramelo se enfríe y se congele, luego preparamos la mezcla de crema pastelera, ponemos los huevos y la leche condensada en un bol, y batimos con un poco de pan hasta que todo esté completamente mezclado. Tratamos de no batir la mezcla con demasiada fuerza para evitar que se forme espuma y se cree una espuma residual.
4- Luego agrega la leche y el café instantáneo y bate un poco para mezclar todo bien.
5- Tan pronto como esté lista, vertemos la mezcla en el molde de caramelo, que pondremos en una fuente previamente refractaria, porque la nata se cocinará a baño maría.
6- Posteriormente tapamos el molde con papel de aluminio y luego llenamos la fuente con agua caliente con dos dedos para que el helado no tarde más de lo necesario en estar listo.
7- Luego mételo en un horno precalentado a 180 ° C con la temperatura alta y baja durante aproximadamente una hora, sabrás qué hacer instalando un palillo de resorte limpio.
8- Cuando terminemos, lo sacamos del horno y sin que se detecte, lo dejamos enfriar a temperatura ambiente.
9- Cuando esté a temperatura ambiente o ligeramente tibia, poner en el frigorífico donde se deja por lo menos 5-6 horas o preferiblemente toda la noche.
10- Pasado este tiempo, podemos abrir la chirimoya dándole la vuelta en un plato y disfrutar de un trozo de este manjar.
Como habéis visto, la preparación de esta tarta no es nada complicada y os puedo asegurar que es un auténtico placer.
Bueno, como siempre te digo, si tienes alguna pregunta o simplemente quieres comentar sobre la receta de la tarta, estaré encantado de responder a cualquiera de tus comentarios.
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