Las mujeres japonesas son conocidas en todo el mundo por su piel de porcelana. Aunque ciertamente hay un factor genético, además de la protección casi maníaca de la exposición solar, hay trucos que forman parte de la tradición cosmética japonesa que sin duda contribuyen a su aspecto tan juvenil.
El cuidado adecuado de la piel es esencial para la prevención de arrugas y manchas en la piel . Al igual que los japoneses, nosotros también debemos proteger la piel del rostro de la exposición prolongada a los rayos del sol aplicándonos un protector solar durante todo el año.
Lava bien tu rostro todas las noches e hidrátalo para mantener tu piel sana y nutrida. Agrega uno de los siguientes tres trucos japoneses para el cuidado del rostro a tu rutina diaria de belleza.
Té verde contra la hinchazón e inflamación de la piel
Aunque conocida por todo lo demás, esta bebida también se puede utilizar en cosmética. El té verde es rico en polifenoles, que ayudan a bloquear la acción de los radicales libres y previenen las arrugas y manchas de la piel, y reducen la inflamación de la piel.
Mezcla 200 ml de té verde con 50 gramos de avena molida, 1 cucharada de aceite de aguacate y 10 gotas de limón.
Aplicar sobre el rostro limpio y dejar actuar 15 minutos antes de lavarse el rostro con normalidad e hidratarlo.
Agua de arroz contra las manchas y arrugas de la piel
Fácil de preparar y aplicar, el agua de arroz es quizás el secreto más importante de la cosmética japonesa. Al ser rico en antioxidantes, aclara la piel y elimina las manchas causadas por la exposición al sol.
El agua de arroz también es eficaz contra las arrugas, la flacidez y las líneas de expresión. Sus minerales ayudan a estimular la circulación sanguínea y rejuvenecen el rostro.
Cuece 250 gramos de arroz en medio litro de agua durante unos minutos. Escurra y deje que el líquido se enfríe, luego aplíquelo en la cara y déjelo reposar durante 25 minutos.
Sal marina para eliminar las células muertas de la piel
La sal es un excelente exfoliante natural, eficaz para eliminar las impurezas, hidratar y rejuvenecer la piel. Al eliminar las células muertas, estimula la regeneración de otras nuevas, dando a nuestro rostro un aspecto joven y radiante.
Mezcla dos cucharadas de sal marina con un poco de crema, luego aplica sobre el rostro seco con movimientos circulares. Dejar actuar durante 10 minutos, luego enjuagar con agua tibia.
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