El herpes labial es causado por el virus del herpes. Es una enfermedad contagiosa. Con frecuencia se confunde con las aftas bucales, que son úlceras bucales no contagiosas.
El herpes labial ocurre principalmente en la piel adyacente a la boca, especialmente en los labios. También puede hacer estragos en el mentón, las fosas nasales, los dedos o los genitales: a continuación se muestra una serie de remedios naturales para el herpes labial .
Tratar el herpes labial con hielo
El hielo es un remedio natural eficaz para el herpes labial. Aplique hielo en la piel afectada durante unos minutos y repita cada hora.
El té como remedio natural para el herpes labial
Aplicar una bolsita de té sobre el herpes durante unos minutos, y repetir cada hora. También puede exprimir una bolsita de té caliente en el área infectada durante 30 minutos.
Otros remedios naturales para el herpes labial
La aplicación de hamamelis en el área infectada con herpes aliviará el dolor.
Aplica gel o aceite de aloe vera.
Cualquier persona con un sistema inmunológico débil tendrá un proceso de recuperación más lento.
Síntomas, causas y dieta para el herpes labial
Los síntomas del herpes labial generalmente aparecen después de veinte días de exposición al virus. Pueden aparecer ampollas pequeñas y dolorosas, llenas de un líquido rojo o marrón, que pueden reventar y reaparecer, dándote una ligera sensación de hormigueo. Una vez infectados, los síntomas del herpes labial son dolor de cabeza, irritabilidad, fiebre, problemas para ingerir alimentos o líquidos, hinchazón y comezón en los labios. El bulto linfático en el cuello también puede hincharse. Los síntomas del herpes labial pueden durar de siete a diez días.
Algunos eventos como estar embarazada, heridas en los labios o encías, tratamientos dentales, el estrés y los cambios hormonales pueden causar herpes labial, para lo cual te sugerimos los remedios naturales mencionados anteriormente.
La dieta puede ser un buen remedio natural para el herpes labial : evita los alimentos ácidos y salados. Se debe limitar el consumo de alimentos como chocolate, semillas, avena y pan integral.
Adopte una dieta rica en vitaminas A, C, E y hierro, que incluya ajo. Consuma alimentos frescos y ricos en antioxidantes y carbohidratos completos.
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