La cirrosis del hígado se caracteriza por una pérdida significativa de células, lo que hace que el hígado se contraiga gradualmente y se vuelva duro y coriáceo.
A continuación se muestra una serie de remedios naturales para la cirrosis , cómo tratarla evitando fármacos y productos químicos.
Tratamiento de la cirrosis con semillas de papaya
Se ha encontrado que las semillas de papaya negra son muy útiles como remedios naturales para la cirrosis del hígado , causada por el alcoholismo y la desnutrición. Mezcle una cucharada de jugo de semilla de papaya con diez gotas de jugo de limón y tómelo dos veces al día durante aproximadamente un mes.
Zumos de verduras como remedio natural para la cirrosis
El jugo de zanahoria mezclado con jugo de espinacas son remedios naturales útiles para tratar la cirrosis hepática . Mezcla 200 ml de jugo de espinacas con 300 ml de jugo de zanahoria para obtener medio litro de solución.
Alternativamente, mezcle 300 ml de jugo de zanahoria con 100 ml de jugo de pepino y 100 ml de jugo de remolacha.
Síntomas, causas y dieta como remedio para la cirrosis
Durante los primeros días de la enfermedad, ocurren episodios frecuentes de indigestión, acompañados de náuseas.
También puede presentarse dolor abdominal y pérdida de peso, mientras que en un estado avanzado de la enfermedad puede desencadenarse fiebre baja.
El paciente tiene mal aliento, piel ictérica y venas dilatadas del abdomen. Pueden aparecer marcas rojizas en la cara, el cuello y los brazos. El abdomen se hincha, también pueden presentarse problemas de concentración y de memoria.
El consumo excesivo de alcohol es la principal causa de cirrosis hepática entre los adultos.
Incluso una mala alimentación, carente de los elementos nutricionales básicos, puede ser la causa de la cirrosis: generalmente un alcohólico crónico sufre de desnutrición severa.
El paciente debe abstenerse categóricamente del alcohol, e iniciar un programa inicial de limpieza hepática, adoptando una dieta a base de jugos de frutas o vegetales durante una semana.
Al cabo de una semana, se puede ampliar esta dieta añadiendo fruta y leche, durante dos o tres semanas. Hacer tres comidas al día, a base de fruta fresca (manzanas, peras, uvas, pomelos, naranjas, piñas...) y repartir una litro de leche en tres porciones, para consumir en cada comida. Aumente la cantidad de leche en 250 ml por día, hasta 2 litros por día. La leche debe ser fresca, ligeramente caliente y debe consumirse lentamente.
Después de la dieta a base de leche y frutas, excelentes remedios naturales para la cirrosis , es necesario adoptar una dieta bien balanceada, basada en plantas, trigo y frutas, con énfasis en elementos crudos y orgánicos.
Evita los alimentos grasos, los alimentos procesados o congelados, o los alimentos con abundantes condimentos. Evita el té, el café, las frituras y todas las preparaciones cocinadas en mantequilla o aceite y la carne. El uso de sal debe ser limitado.
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