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La tiroides es una glándula que se encuentra en el cuello y que, entre otras cosas, determina qué tan rápido nuestro cuerpo convierte las calorías en energía. Cuando esta glándula está sana, es más fácil perder peso. Sin embargo, cuando las funciones de la tiroides están deterioradas, es más difícil perder peso.
El estrés, las toxinas, la comida chatarra pueden dañar las funciones de la tiroides. Después de consultar a un médico para determinar cuáles son las causas de una tiroides lenta y de bajo rendimiento, es posible adoptar remedios que pueden ayudar a mejorar la situación.
Almidón Eliminar de tu dieta las harinas refinadas, y por tanto el pan, pasteles y otros alimentos a base de este ingrediente, en favor de almidones naturales como las legumbres, el maíz y el boniato, puede dar grandes beneficios a la tiroides. La harina contiene gluten, una proteína muy similar a la hormona tiroidea que puede afectar sus funciones.
Fibra Los vegetales ricos en fibra ayudan al cuerpo a excretar toxinas, que son muy dañinas para la tiroides, a través del sistema digestivo.
Vitaminas En concreto, dos vitaminas son muy importantes para la salud de la tiroides: la A y la D. Se trata de dos vitaminas liposolubles, vitales para el funcionamiento de la glándula.
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