
El agua es un elemento fundamental para la vida, aunque a menudo se subestima y tendemos a no beber lo suficiente. Existen numerosos beneficios asociados con el consumo de las cantidades correctas de agua, incluida la desintoxicación del cuerpo y la pérdida de peso.
Varios estudios han asociado el agua con la capacidad de promover la pérdida de peso. De hecho, el agua actúa en varios frentes, ayudándonos a deshacernos de esos kilos de más. Por ejemplo, beber un par de vasos de agua antes de cada comida nos permite reducir la ingesta calórica (unas 75-90 por comida).
Si es mineral, el agua es aún más beneficiosa. Los depósitos de minerales alcalinizan tés en el agua ayudan a neutralizar los residuos ácidos de la tiroides. Esto mejora la capacidad de la tiroides para producir hormonas que, a su vez, proporcionan energía. Beber agua mineral regularmente nos ayuda a perder más peso, entre otras cosas.
El agua mineral también activa algunos receptores en el estómago que envían señales de saciedad al cerebro. Como resultado, nos ayuda a comer menos e ingerir menos calorías.
El agua fría, por otro lado, puede aumentar la tasa metabólica basal en un 30%, ayudándonos así a quemar más calorías. Esto se debe a que el cuerpo utiliza la termogénesis (la quema de calorías para producir calor) para calentar líquidos fríos y llevarlos a la temperatura corporal.
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