Las semillas comestibles de la planta de lino son un alimento saludable y recomendado para quienes padecen diversas afecciones. Ricas en fibra dietética, ácidos grasos omega 3 y omega 3 y muchos otros nutrientes, las semillas de lino pueden ayudarnos a prevenir y tratar enfermedades y permitirnos vivir una vida más saludable.
Al ser ricas en fibra vegetal, las semillas de lino son un cereal ideal para añadir a las dietas para adelgazar. Ayudan a combatir el estreñimiento temporal o crónico, controlan el peso y regulan el apetito, dando sensación de saciedad y haciéndonos comer menos.
La fibra soluble de la linaza previene la acumulación de colesterol en la sangre, facilitando su eliminación. Esta propiedad se debe principalmente a un tipo de fibra que se adhiere al colesterol y evita que se asiente en las arterias.
El ácido linoleico contenido en estas semillas es excelente para prevenir varios tipos de inflamación, especialmente gastritis, tendinitis, colitis y artritis. Además, las semillas de lino previenen la formación de coágulos de sangre en venas y arterias, lo que reduce el riesgo de ataques cardíacos.
Las semillas de lino también dan energía, lo que lleva al cuerpo a quemar más grasa. También dan una sensación de calma, alivian el estrés y ayudan a mejorar la salud y el aspecto de la piel y el cabello.
Las semillas de lino contienen 27 compuestos anticancerígenos, como la lignina. También contienen gran cantidad de vitaminas, especialmente las C, E y del grupo B, que son poderosos antioxidantes.
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